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Remedios para la Diabetes

Tomate y Diabetes

Al igual que la zanahoria, el tomate suele ser víctima de una “inmerecida y mala reputación”. Existe la creencia popular de que el tomate no es bueno para los diabéticos porque contiene demasiada azúcar, pero ¿qué hay de cierto en todo esto?

¿El tomate es bueno o malo para la diabetes?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que ni los tomates (ni las zanahorias) son vegetales altos en azúcar. Eso no es más que un mito. 1 taza de tomate fresco troceado (180 g) aporta aproximadamente 7 gramos de carbohidratos no almidonados, de los cuales 4.7 gramos corresponden a los azúcares naturales y 2.2 gramos corresponden a la fibra. En consecuencia, sus valores de índice glucémico (IG=15) y carga glucémica (1 taza de tomate tiene CG=2) son muy bajos 1.

Como ves, el tomate es un vegetal lo suficientemente bajo en carbohidratos como para formar parte de una dieta saludable, incluso sin tener que reducir demasiado el tamaño de las porciones 2 3. No por gusto la Asociación Americana para la Diabetes lo ha incluido en su lista de mejores alimentos para los diabéticos 4.

Además de ser muy bajos en calorías y no causar picos de glucosa en sangre, los tomates son una excelente fuente de nutrientes esenciales, como vitaminas del grupo B, vitamina A, C, E, K, potasio, manganeso, magnesio, cobre y licopeno, un compuesto antioxidante al que se le atribuyen diferentes beneficios saludables.

Nota: El licopeno es el pigmento responsable del color rojo intenso tan característico de los tomates maduros, y sus productos derivados.

Numerosos estudios afirman que gracias a sus propiedades antioxidantes, el licopeno puede ayudar a reducir el daño oxidativo en las células, un proceso que afecta la producción y funcionamiento de la insulina en el cuerpo. Su consumo regular puede ayudar a prevenir no solo la diabetes, sino también otras enfermedades crónicas como los problemas cardíacos, el Alzheimer y la hipertensión arterial 5 6 7 8.

Así mismo, se ha observado que el licopeno puede prevenir o retrasar la formación de cataratas, y reducir el riesgo de degeneración macular. Esta es una de las principales causas de ceguera en personas con diabetes y adultos mayores en general 9 10.

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¿Los diabéticos pueden consumir salsas y jugos de tomate?

La forma de consumo es un aspecto muy importante. Si bien la salsa, el jugo y otros productos de tomate también son buenas fuentes de licopeno, vitaminas y minerales, lo cierto es que suelen tener una mayor concentración de carbohidratos, de ahí que se recomiende proceder con precaución a la hora de incluirlos en la dieta. No consumirlos de manera adecuada podría afectar negativamente tus niveles de glucosa en sangre.

  • 1 taza de jugo de tomate, sin sal añadida, contiene aproximadamente 10 gramos de carbohidratos, de los cuales 8.6 gramos corresponden al azúcar 11.
  • 1 taza de salsa de tomate, sin sal añadida, contiene aproximadamente 21.3 gramos de carbohidratos, de los cuales 12.7 gramos corresponden al azúcar 12.

Siempre se recomienda controlar el tamaño de las porciones y evitar los jugos / salsas de tomate que contengan azúcares o sal añadida.

El tomate en una dieta para la diabetes

Lo mejor acerca del tomate es que podemos comerlo tanto crudo como cocido. Es tan sencillo como elegir un tomate fresco, cortarlo en trozos o rebanadas y agregarlo en tus ensaladas y sándwiches. Así mismo, es un vegetal perfecto para incluir en sopas, jugos, salsas, guisos, salteados, pastas y cremas.

Aunque se considera un alimento apto para diabéticos, siempre es importante no excederse en el tamaño de las porciones y prestar atención a los otros alimentos que lo acompañan. El hecho de que el tomate sea saludable, bajo en calorías y no cause picos de glucosa, no significa que debas acompañarlo con una porción excesiva de pasta, arroz u otro carbohidrato que sí eleve el azúcar en sangre.

Ver:

Limitarse a 1 taza de tomate fresco o 100 gramos de salsa de tomate por comida puede ser la decisión más adecuada.

Nota: Para determinar si los tomates afectan tus niveles de glucosa asegúrate de medir tu azúcar en sangre 2 horas después la comida. La Asociación Americana para la Diabetes recomienda que el azúcar en la sangre sea <180mg / dL 2 horas después del comienzo de una comida.

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Consejos útiles:

  • El tomate es uno de esos alimentos cuya cantidad de nutrientes aumenta una vez que se cocina. Calentarlo con una pequeña cantidad de aceite de oliva es un truco excelente para elevar la biodisponibilidad del licopeno.
  • El tomate asado adquiere una textura jugosa y un sabor más concentrado. Agrega varios tomates en cualquier tipo de asado o ásalos antes de hacer tus propias salsas y purés.
  • Nunca almacenes los tomates frescos en el refrigerador; esto puede afectar la textura de su carne y reducir considerablemente el sabor. Almacénalos en un lugar fresco y seco.

¿Existen contraindicaciones y efectos secundarios?

A pesar de ser un vegetal muy popular y seguro para la gran mayoría de las personas, incluso para diabéticos, el tomate puede causar efectos adversos en algunos casos 13 14. Sorprendentemente, muchos de ellos se deben al contenido de licopeno, el mismo compuesto al que se le atribuyen varios de sus beneficios saludables.

Los investigadores advierten que las altas dosis de licopeno, especialmente cuando se consume en forma de suplemento, puede ser contraproducente para:

  • Mujeres embarazadas
  • Personas con úlceras u otros problemas estomacales
  • Personas con trastornos en la coagulación de la sangre
  • Personas bajo tratamiento anticancerígeno
  • Personas bajo tratamiento médico para la presión arterial alta

Entre los efectos secundarios más comunes que puede causar el consumo de tomate se encuentran:

  • Reflujo ácido / acidez estomacal. Los tomates son ricos en ácido málico y ácido cítrico, de ahí que puedan causar un exceso de ácido gástrico con síntomas de acidez y reflujo. Cocinar el tomate suele ser de gran ayuda para evitar este efecto.
  • Reacciones alérgicas. Algunas personas sensibles desarrollan síntomas de alergia inmediatamente después de comer tomate. Esto incluye urticaria, erupciones cutáneas, eccema, tos, estornudos, sensación de picazón en la garganta e hinchazón de la cara, boca y lengua. Al parecer muchos de esos casos se deben a la presencia de compuestos conocidos como glicoproteínas.
  • Empeoramiento de síntomas renales. Al ser rico en potasio, el consumo excesivo de tomate puede empeorar cualquier condición en los riñones. Las personas con enfermedad renal crónica deben limitar su consumo.
  • Diarreas. Suele ocurrir en individuos que sufren de intolerancia al tomate.
  • Como ya se ha dicho, los tomates son una excelente fuente de licopeno. La ingesta excesiva de licopeno puede causar licopenodermia, o la coloración naranja intenso de la piel 15.

Advertencias adicionales

  • La planta de tomate, de nombre científico Solanum lycopersicum, produce una toxina llamada solanina. Este alcaloide tóxico actúa como mecanismo de defensa, haciéndola poca atractiva para los animales tentados a masticarla. Todas las partes de la planta contienen solanina, pero las concentraciones más altas suelen estar en las hojas y los tallos. Su consumo puede causar vómitos, mareos, dolor de cabeza y, en casos graves, la muerte 16.
  • El tomate verde puede ser muy tóxico, incluso tan tóxico como la planta. Su contenido de solaninas va disminuyendo a medida que se va madurando.
  • Muchas personas sensibles pueden desarrollar síntomas alérgicos sin siquiera llegar a consumir el tomate. Entrar en contacto con el vegetal o su jugo puede ser más que suficiente para verse afectado.

Video-Receta: ¿Cómo Hacer tu propia Salsa de Tomate Casera?

Espero que la información ofrecida haya sido útil y de tu agrado. Ten en cuenta que en este artículo no se pretende reemplazar ni contradecir las orientaciones de tu médico. Consulta a un especialista/nutricionista si tienes dudas específicas sobre el consumo de tomate, u otro alimento, para la diabetes.

Referencias:

  1. https://nutritiondata.self.com/facts/vegetables-and-vegetable-products/2682/2
  2. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21138408
  3. http://care.diabetesjournals.org/content/37/Supplement_1/S120.full
  4. http://www.diabetes.org/food-and-fitness/food/what-can-i-eat/making-healthy-food-choices/diabetes-superfoods.html
  5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11192026
  6. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3942711/
  7. http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112011000600007&lng=en&nrm=iso&tlng=en
  8. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3850026/
  9. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/12921892
  10. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3738980/
  11. https://nutritiondata.self.com/facts/vegetables-and-vegetable-products/2958/2
  12. https://nutritiondata.self.com/facts/vegetables-and-vegetable-products/7636/2
  13. https://www.rxlist.com/tomato/supplements.htm
  14. https://www.webmd.com/vitamins/ai/ingredientmono-900/tomato
  15. https://www.nutri-facts.org/es_ES/nutrients/carotenoids/lycopene/safety.html
  16. https://es.wikipedia.org/wiki/Solanum_lycopersicum

Publicado por: Luis L. Fernández. Ultima revisión: febrero 28, 2020.